sábado, 29 de enero de 2011

Tema 5. Mapas de la Península Ibérica entre los siglos XII y XV

Esta colección de mapas que representan la Península Ibérica entre los siglos XII y XV es la continuación de otra entrada de este blog: Tema 4. Mapas de la Península Ibérica entre los siglos VIII y XI. Espero que os ayude a ver como fue la evolución de los reinos peninsulares y la reconquista entre esos siglos.
La Península Ibérica en el año 1100. Se puede ver el avance cristiano hasta el valle del Tajo (Toledo 1085). El Reino de Aragón avanza hasta Huesca (1096) y el Condado de Barcelona hasta Tarragona (1095). El Cid había conquistado Valencia y había instaurado un señorío independiente en teoría vasallo de Castilla y León. Parece que los cristianos iban a conquistar toda Al-Andalus aprovechándose de la debilidad de los reinos de taifas. Pero entonces intervinieron los almorávides y frenaron el avance cristiano.
La Península Ibérica en el año 1150. El poder almorávide se ha debilitado y aparecieron unos segundos reinos de taifas que no pudieron aguantar la presión de los reinos cristianos. El Reino de Castilla y León avanzó hacia la Mancha (el valle del Guadiana), la Corona de Aragón (unida desde 1137 como resultado de la unión entre el Reino de Aragón y el Condado de Barcelona) ha alcanzado el valle del Ebro. Igualmente Portugal, independiente desde 1128, llegó hasta el Tajo y lo rebasó.
La Península Ibérica en el año 1160. La única diferencia con respecto al anterior es que el Reino de Castilla y León fue repartido por el rey Alfonso VII a su muerte (1157) entre sus hijos Sancho III, que se convirtió en rey privativo de Castilla, y Fernando II, que se convirtió en rey privativo de León.
La Península Ibérica en el año 1230. Nos encontramos en vísperas de la unión de los reinos de Castilla y León. Tras la derrota de los almohades en las Navas de Tolosa (1212) nada ya pudo detener a los reyes cristianos que a partir de entonces  inciaron la ofensiva definitiva contra Al-Andalus. Castilla durante los últimos años del reinado de Alfonso VIII ocupó totalmente La Mancha extendiendo su reino hasta Sierra Morena. En los años posteriores las dificultades sucesorias del reino ralentizaron su avance que no se retomó hasta que Fernando III, antes de unir su herencia castellana a la leonesa de su padre Alfonso IX, inició la conquista de Baeza y Úbeda. Antes de 1230, el rey leonés Alfonso IX aprovechando la debilidad castellana inició un rápido avance  que le permitió añadir a su reino Extremadura (destando Cáceres y Badajoz). Semejante fue el avance hacia el sur del Reino de Portugal en la Extremadura portuguesa. En el Este la Corona de Aragón sumida en las luchas que se mantienen en el Sur de Francia y la minoría de edad de Jaime I no pudo rebasar las conquistas de Alfonso II en el Sistema Ibérico (Teruel) a finales del siglo XII.  Navarra encajonada entre Castilla y Aragón tiene que resignarse a que la primera le arrebate el País Vasco. Al Andalus quedó dividido tras la derrota almohade en pequeños reinos de taifas que difícilmente podrían resistir a los cristianos. Su territorio quedó ya limitado a Baleares, Algarve, Andalucía, Murcia y Valencia.
La Península Ibérica en el año 1260. Entre 1230 y 1250 el empuje de los reinos cristianos era arrollador. Los divididos y debilitados andalusies, sin ayuda norteafricana, fueron incapaces de detener su avance. Portugal avanzó en dirección Norte-Sur hasta el Algarve. Castilla y León ya unidos (Corona de Castilla) bajo la dirección de Fernando III ocuparon toda Sierra Morena, el Valle del Guadalquivir (Córdoba 1238 y Sevilla  1248) y Murcia. La Corona de Aragón, abandonadas sus ambiciones en Francia, ocupó Valencia  y Baleares poniendo las bases para futura expansión hacia Sicilia. De Al Andalus sólo quedaron los restos que respetaron los cristianos. Destacaba el Reino de Granada dirigido por los Nazaríes (1237), vasallo de Castilla. También existían taifas en Jerez, Niebla o Arcos de la Frontera. Todos ellos vasallos de Castilla.

La Península Ibérica en el año 1400. La división entre los reinos cristianos y el musulmán se ha perfilado definitivamente a lo largo del último cuarto del siglo XIII y la totalidad del XIV. Así, consolidadas las fronteras con Portugal y Navarra, Castilla tiene que aceptar el avance de la Corona de Aragón hacia el Sur en la zona de Murcia-Alicante. Por otra parte tras la conquista de los taifas de Cádiz, Niebla, Jerez o Arcos de la Frontera el interés castellano se centró en el Reino de Granada. Durante siglo y medio de continuas razzias en la frontera los castellanos avanzaron por la campiña al Sur del Guadalquivir empujando a los granadinos hacia la Cordillera Subbética: las conquistas de Priego o Alcalá la Real son clara muestras de ello. Por otro lado los castellanos mantuvieron una dura lucha contra granadinos y norteafricanos en la zona del Estrecho de Gibraltar que no se saldó con una victoria hasta que Alfonso XI los derrotó en 1340 y conquistó Gibraltar en 1349.